Si tu cliente no viene a la montaña, pon un trucho en tu vida!

Soy consciente de que hay apasionados y detractores de los ‘truchos’. Para los menos familiarizados con este concepto, podemos tomar la definición de la RAE que nos dice:

1. adj. coloq. Arg. y Ur. Falso, fraudulento. Este billete es trucho.

En el entorno publicitario se dice sobre este concepto que se trata de cualquier campaña creada para presentarse en concurso y festivales publicitarios. Es este uno de los motivos que crean más controversia, ya que los más ortodoxos manifiestan que no se trata realmente publicidad.

Es interesante ver que piensa realmente los profesionales del sector, y aunque carece posiblemente de demasiado rigor científico, me ha parecido interesante esta pequeña encuesta que ha realizado Tago Art Work

Me ha parecido interesante la clasificación que hace en su blog sobre los tipos de truchos, el habla de:

1. El trucho proactivo: Es el que se le ofrece a un cliente de la agencia sin que exista un briefing y una estrategía de comunicación.

2. El trucho ajeno: Es el que se hace para un cliente que la agencia no tiene.

3. El trucho desconocido: Es aquel que se hace para clientes pequeños que no tienen presupuesto para hacer publicidad, o incluso que no existen y son inventados.

No entraré a valorar esta clasificación, ni tampoco con la concepción mayoritaria sobre el hecho que un ‘trucho’ sea una campaña ficticia para presentar en un concurso publicitario. Para mi el interés está en la concepción de una filosofía más preactiva en el mundo del marketing de agencia.

Nadie va a negarme, que actualmente las agencias publicitarias se enfrentan a grandes recortes de presupuestos. Los períodos en los que las marcas realizan sus inversiones son cada vez más cortos. Seguro que sabéis a lo que me refiero: “ hasta enero no disponemos de presupuesto para hacer ninguna campaña más” – pero si estamos a Junio!- .

Ante esta situación pienso en un cambio de filosofía, a lo que me viene que ni pintado el concepto del ‘trucho’. Así que me quedo con los puntos 1 y 2 de Tago Art Work. Si tus clientes se olvidaron de invertir en publicidad, los primeros responsables somos nosotros. Tenemos dos opciones, esperar a enero, a ver si piensan en su agencia de toda la vida, o salir a la calle con campañas imaginativas y diferentes con las que ‘enamorar’ a nuestros clientes.

En este entorno quizás anulamos el concepto tradicional de ‘Brief’, se que es arriesgado y exige esfuerzos, aunque os garantizo que vais a sorprender a clientes a los que nunca imaginasteis llegar.

Si deseas abandonar tu ‘cuerpo’ virtual, eutanasia digital!

En estos días que tanto se está hablando de la sobre información y el soft spamming, aquel que provienen de nuestros contactos más próximos, me viene al dedillo este chiste que leí hace algun tiempo en el blog de Alberto Nogales .

“Anoche mi papá y Yo estábamos sentados en la sala
hablando de las muchas cosas de la vida… entre
otras… estábamos hablando del tema de vivir/morir.

Le dije: Papá, nunca me dejes vivir en estado
vegetativo, dependiendo de máquinas y líquidos de
una botella.
Si me ves en ese estado, desenchufá los artefactos
que me mantienen vivo. PREFIERO MORIR.

¡¡Entonces, mi Papá se levantó con una cara de
admiración … y me desenchufó el Televisor, el DVD, el Cable,
Internet, la PC, el mp3/4, la PlayS, el teléfono,
me quito el Celular, la notebook y me tiró todas las
cervezas!!

LA MADRE QUE LO PARIÓ .¡¡¡¡ CASI ME MUERO !!!! “

Y es que se ha escrito mucho sobre la Eutanasia Digital, pero en este momento vuelve con fuerza, ante una situación de sobre saturación informativa, mala utilización por parte de las marcas y exceso de apego tecnológico.

Sobre la saturación informativa no voy a hablar, ya que es evidente el bombardeo constante de información útil e inútil en la red. Al bombardeo vía e-mail en la década de los 90, se han sumado las redes sociales, donde nuestra tendencia a coleccionar seguidores, amigos y páginas hace difícil gestionar dentro de lo saludable tal cantidad de información.

Sobre las marcas, al margen de las que han entendido para que sirven las redes sociales, podemos observar que en muchos casos han clonado el modelo de publicidad tradicional, metiéndolo con calzador en el mundo 2.0 sin tener en cuenta que, lo que antes hacíamos con la publicidad en el buzón, ahora lo hacemos con banners, marquesinas digitales, newsletters y otros anuncios en redes sociales. Y es que el problema en general es que algunas agencias de medios no han hecho el cambio cultural, solo el estratégico. Cambiaron la prensa y la televisión por los formatos digitales, pero alguien debería contarles que más que meros ‘commodity’ tecnológicos, de nada sirve sin entender el trasfondo cultural de las redes sociales.

Llegados a este punto parece comprensible que muchos de nuestros conciudadanos decidan desconectar definitivamente su identidad digital, como si de una eutanasia virtual se tratara.

Y ante esta decisión muy respetable, solo cabe decir que si se hace, que se haga bien. Ten en cuenta que borrar tu rastro en la red es mucho más complicado que dar de baja tus perfiles virtuales en las redes sociales. En la misma línea que lo hacen quienes gestionan su reptuación digital, antes de abandonar tu ‘cuerpo’ virtual deberías tomar ciertas precauciones con el objetivo de abandonar este mundo virtual con la mochila vacía.

Por mi parte yo seguiré aferrado a mi alter ego virtual, aguantando estoicamente, en muchos casos, el soft spamming de mi circulo más próximo, y sin ahorrar esfuerzos para explicar a los que quieran escuchar que el Marketing y la Publicidad también debe ser sostenible.